―Eres insaciable Nicole. Me fascinas.
―Espera tú a que aprenda.
―Pero ¿no era que tenía que esperar a que me enamoraras?
―Sí, pero también a que aprenda.
―Y ¿Qué ocurrirá cuando aprendas?
―No podrás amarme en el cielo cariño, los dioses nos
desterrarían.
― ¡Mmm! Suena muy tentador princesa.