Esa torre es grandiosa. Sabe que soy la mujer más feliz.
Nos sentamos los dos en la arena y, abrazados mirando de frente, hacia donde el cielo se inclina para besar el mar, volvimos a sentir lo mismo que habíamos presenciado en lo alto de la torre. Ese respeto a lo grandiosa que es la naturaleza y lo diminutos que éramos todos los demás. Nuestro silencio lo hablaba todo.
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
ResponderEliminarsin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte (es un deber )
Un viento...............
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Gracias por tus bonitas palabras. Un saludo
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